1.7.09

SEVILLA RUEDA

La imagen de Gregory Peck y Audrey Hepburn paseando su amor en una vespa por el centro de la capital italiana en Vacaciones en Roma es una de las escenas más conocidas del cine. Esta secuencia de los años 50 consolidó la fama de la motocicleta, y aún perdura. Ayer, más de 80 personas se concentraron por primera vez en Plaza de Armas con sus scooters, no para proclamar su amor a la mítica actriz, sino su pasión por las vespas.Hace unos diez años nació en internet el foro Vespa Club Sevilla, “uno de los foros mejor valorados en España y de habla castellana sobre vespas”, comenta Daniel Agudo, uno de los organizadores del evento.

A través de este espacio en la red, los internautas intercambian manuales sobre mecánica, se dan consejos sobre chapado y pintura, informan sobre asuntos administrativos o talleres de confianza. “Nuestro objetivo es constituir una asociación, pero no es fácil y, al no estar organizados como asociación, hemos tenido muchos más problemas para realizar este primer encuentro”, explica Tomás Cabello, que acudió al evento con su Vespa Super 125 de 1979. En la concentración se apreciaron vespas de todos los modelos: Primaveras, PX 200, un sidecar de principios de los 60, clásicas con 30 años o vespas más modernas como la de Daniel Agudo, una PX Disco de 2001. “Mi primera vespa fue una PK (PeKadora) de 75 cilindradas que compré en 1990, me enamoré de sus curvas”, recuerda Daniel, quien padece una discapacidad física en la pierna izquierda. “Las vespas me han dado la oportunidad de manejar las marchas con la mano –una de sus señas de autenticidad es la colocación de las marchas en el puño izquierdo– y poder disfrutar de las motos”.No existe un perfil claro de aficionados.
Economistas, profesores, pensionistas e, incluso, desempleados. Hace un año, a Juan Real y a Aurelio Domínguez les despidieron y juntos emprendieron un nuevo camino, Vespassion, un pequeño taller donde arreglan este tipo de scooter. “Siempre nos gustó, son las motos con las que nuestros padres conquistaron a nuestras madres, pero ha sido la crisis la que nos ha metido de lleno en esta afición”, comenta Juan Real, quien posee una Primavera de 1980. De momento, su pequeña empresa solo tiene un correo electrónico (vespassion@hotmail.com) pero ya han arreglado una 160 GT de 1960.Para los organizadores, este primer encuentro ha sido un gran éxito, incluso han participado gente de Córdoba y Cádiz. No hay duda que las emblemáticas vespas siguen levantando pasiones 60 años después.
Las empresas de mensajería prefieren el uso de las vespas. Hoy en día, quien tenga una vespa con marchas manuales tiene una reliquia. Éstas ya no se fabrican, al igual que otros modelos, pero no es difícil encontrar establecimientos donde vendan piezas nuevas, de ahí que aún se sigan viendo en perfecto funcionamiento estos modelos por la calle. Las Primaveras que causaron furor en los años 70 y 80 son las más cotizadas, “y aún pueden encontrarse en el mercado a 1.500 euros”, comenta Daniel Agudo. Quién le iba a decir al empresario Enrico Piaggio que su avispa (vespa en italiano) no pasaría de moda 60 años después. “Sevilla es una de las ciudades con más vespas”, asegura Daniel, “tenemos un buen clima y mucha tradición en mensajería”. Las vespas se escurren con facilidad entre los coches, consumen poco combustible y se averían menos, de ahí que las empresas de mensajería prefieran sus uso. Un ejemplo son las motocicletas del Servicio de Correo de España. De hay que este fin de semana se hayan reunido en sevilla mas de 80 vespas clasicas.
FUENTE: Diario de Sevilla

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